miércoles, 25 de febrero de 2009
sábado, 21 de febrero de 2009
jueves, 5 de febrero de 2009
martes, 3 de febrero de 2009
Reflexión I
"¿Qué podemos hacer cuando se sienta bien? Si esta salvando su sueño anestesiandose."
Anoche, una noche de insomnio que últimamente tengo seguido, escuchaba radio Del Plata un programa que se llama “Buenas Compañías” donde el tema del día era la droga, la violencia, el alcohol, etc. Escuchaba opiniones de muchas personas, gente muy coherente que hablaban del núcleo familiar, del neoliberalismo, de la ausencia del Estado en casi todos los aspectos, que al fin y al cabo son las que yo considero como ciertas. Después el periodista, Daniel Martínez, tiene un charla abierta con dos radioyentes que eran adictos recuperados, uno con una causa abierta por ventas de drogas y este decía que para él las cosas cambiaron en muchos sentidos, su cabeza se modificó. Y después el otro que hacia 9 años no tomaba ningún tipo de drogas y ya había formado una familia y logró con terapia, cosa que se notaba mucho en su manera de hablar, resolver todo los dramas que lo llevaron a caer en la adicción y dijo algo así de que ese tipo de sustancias lo llevaban a desinhibirse y a ir más allá, y entre el conductor y este decían que no hay nada como ser uno y que encima es gratis.
Yo pensaba mientras escuchaba, que es verdad, demostrarle a los demás la autenticidad de uno mismo, no mentirse a uno mismo y decirle al mundo que ser uno es ganar, seria la manera más fácil de llegar lejos, mucho más lejos aunque eso cueste pero a veces lo que nos venden nos hace pensar que no, que tener miles de “cosas” y nada de valores nos hace auténticos y no es así. Por ahí hay que ver menos televisión y leer más libros y escuchar mucho más, no sé, pero fundamentalmente analizar y criticar es la base y que en un relevamiento propio, me doy cuenta que eso no existe. También la falta de objetivos, de utopías que hay y decir que no hay nada para hacer, que las cosas ya son así, terminan siendo altos detonantes para que uno pierda el rumbos y su propio camino. Esto suena mucho a filosofía barata y zapatos de goma pero a veces ponerse a reflexionar ayuda a uno a volver a ubicarse en su línea y continuar para adelante con los retos claros.
“Sólo sé que nada sé” dijo Sócrates y eso es lo último que quiero citar.