Por segunda vez en mi vida voy a ejercer el derecho a votar. Esta vez, son elecciones para elegir candidatos pero son elecciones nacionales. Cada vez que pienso todo lo que pasa por mi mente respecto a esto, más emoción me agarra. Soy criada y parida por una familia que añora la historia y la memoria, que llora si es necesario ante un acontecimiento de tal medida. Votar es visto como un acto de calidad, de dignidad, de orgullo y eso es lo que siento cada vez que pienso que tengo que poner un sobre en una urna. Este 14 de agosto voy a tener la posibilidad de ser un granito de arena, de poder sentirme orgullosa de quién soy, de dónde soy.
Y eso soy, una chica de que siente a su corazón contento y feliz de saber que va a ir a votar convencida que lo hace con dignidad y decisión.
Por eso mañana voto con convicción e identidad.
¡¡¡Por la profundización!!!
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