domingo, 7 de marzo de 2010

Sin ganas de filosofar.

Son esos momentos en que mis ideas parecen morir. Donde nada nuevo pasa por mi cabeza y la musa se escapa lejos de mi.

¿Serán las vacaciones? La ociosidad hace esas cosas en mi vida: me quita la imaginación.


Ni ganas, ni inspiración, nada ayuda a la hora de plasmar en palabras lo que pienso y siento.
¿Me faltará un grado MÁS importante de indignación? Será...

3 comentarios:

Eternauta dijo...

¿Más indignación aún? ¿Es posible?

Cuatro dijo...

Creeme que si.

Anónimo dijo...

Recargue energías y vuélvase con todo, mujé.