lunes, 19 de enero de 2009


Destellos de luz que guian a mi corazón furioso por el ocurrir de la vida. Furioso del dolor de vivir, furioso de las ganas de vivir. Cotradicciones que me hacen pensar, que me hablan de la lujuria de mi propio destino, del que construyo día a día frente a las acciones de mis iguales, seres inentendibles que hacen lo que soy.
Discutible dios de la locura y del alma sin razón y de la mente infrarroja que cree leer las de los otro.
Feliz aquel que mira y entiende, feliz aquel que sabe siempre que decir, feliz aquel que encontró ya un fin propio.

1 comentario:

Valentina dijo...

Emi :D ¡Qué lindo! Me gustó mucho lo que escribiste, ni idea qué quisiste decir, pero me gustó sobre todo el final.

Siga (el baile siga el baile) escribiendo así gurisa. Yo voy a seguir pasando a leerte.

Besos :)